Las becas educativas han transformado el aprendizaje desde su creación. Sin duda, es fruto de una visión de la educación propia de los tiempos en los que se ha hecho indispensable. Hoy no comprenderíamos el sistema formativo sin las becas educativas. Por ese motivo, en Heúreka hemos decidido repasar la historia de las becas, analizar sus tipos y plantear sus retos futuros.

Un origen romano para las becas educativas

La etimología siempre nos encamina hacia la raíz de los conceptos. Las becas educativas recogen su nombre de la palabra latina becco cuyo significado es pico. En los tiempos de la antigua Roma, becco era una palabra utilizada para referirse a una tela que cubría el rostro y representaba un alto grado de nobleza. Por lo tanto, se trataba de una especie de insignia visible que le permitía a quien lo portaba abrirse puertas cerradas para otras.

Como veis el concepto es muy parecido al de las becas educativas. Las becas educativas son públicas porque sus convocatorias son conocidas y permiten a quien la consigue avanzar en su vida académica. Sin embargo, con el paso del tiempo y la ampliación del Estado del Bienestar las becas educativas también abarcaron la situación económica. Porque no sólo se tienen en cuentan los méritos del estudiantado sino que también entra en la fórmula la desigualdad económica.

Los cambios a lo largo de la historia

En la península ibérica se tiene conocimiento sobre ayudas económicas para personas pobres desde la Edad Media. En 1401, el obispo Diego de Anaya fundó en Salamanca el colegio mayor de San Bartolome y lo dotó con rentas para ofrecer becas de estudio.

En cuanto a las becas basadas en méritos, éstas nacen en la universidad de Harvard gracias a Lady Anne Moulson. Moulson regentó una posada durante toda su vida. En 1643, donó parte de su dinero a la institución de Harvard que se utilizó para crear la primera beca educativa.

Aunque esta acción supuso un hito, lo cierto es que no se expandió la práctica hasta el siglo XX. Y lo hizo adaptada a la realidad del momento. Porque las becas educativas se establecieron jurídicamente con la Ley General de Educación de 1970. No obstante, no fue hasta la llegada de la democracia cuando las becas educativas alcanzaron una protección y escala perceptibles.

El futuro de las becas

Las becas se han dividido, esencialmente, en aquellas que se otorgan por motivos económicos y las que reconocen méritos. En los últimos años, muchos movimientos sociales han reclamado una ampliación de estas becas. Y no sólo eso. Porque algunas organizaciones como Save the Children proponen otras medidas:

  • Abandono escolar: no existen suficientes becas para el alumnado que necesita compaginar trabajo y becas.
  • Existe una fragmentación excesiva en cuanto a los requisitos de acceso a becas según la etapa educativa.
  • Las becas no están coordinadas con el resto de políticas educativas y sociales.
  • Existe una gran confusión en cuanto a la accesibilidad de becas.