La economía circular pisa con fuerza. Las estrategias de cambio de hábitos que forman parte de la ecología de los últimos años han encontrado en este concepto nacido en los años 80 un ariete especial. Porque todos comprendemos de forma intuitiva los beneficios que se obtienen del reciclaje de recursos. Las innovaciones tecnológicas nos permiten comprender que un gran número de material puede tener varias vidas. Por lo tanto, la economía circular es un área de crecimiento del individuo que se conecta directamente con la educación. En Heúreka creemos en el papel como intermediarios que posee la educación entre la realidad y el alumnado. En esta entrada queremos recuperar sus orígenes, desarrollo y desafíos.

Economía circular: la optimización de los sistemas

La economía circular nace como una teoría económica sobre sistemas. Se parte de la idea de que los sistemas vivos no son lineales, sino que se basan en la retroalimentación. Esos sistemas cerrados pueden tener distintas influencias. La economía lo atraviesa hasta conformar su funcionamiento general. Sin embargo, para los primeros pensadores de la economía circular, Pearce y Turner, la economía debe conectarse con el medio ambiente. Para ello se tienen en cuenta las siguientes secuencias:

  • Reducir-reciclar-reutilizar: reducir el consumo y los recursos utilizados. Reciclar aquello que es indispensable en material adecuado para su nueva fabricación. Reutilizar esos recursos para crear un objeto nuevamente valioso para la sociedad.
  • Recurso-producto-recurso reciclado: recurso como motor del proceso completo, producto como el bien fabricado que suministra aquello que solicita el colectivo y el recurso reciclado, como el resumen de la segunda vida del recurso.

Influencia en la educación

Las clases están llenas de economía circular. No es a causa, únicamente, de la falta de recursos. Es una forma de entender la educación grupal, marcada por la cooperación y socialización de los individuos. Es por ello que en la escuela comprendemos la necesidad del otro y de su labor. Pero, ¿existen estrategias específicas de la economía circular que podamos trasladar a la educación? Os mostramos unas ideas:

  • Generar sistemas de recolección de recursos durante el curso académico. Se pueden cursar todas las etapas: propuestas, argumentaciones, debate sobre los sistemas y cauces para su funcionamiento.
  • Promover incentivos al alumnado para la generación de recursos reciclados.
  • Generar valor añadido a los productos de la economía circular y desarrollar objetos a lo largo de todo el año. De esa forma, se impulsa la innovación en el alumnado.
  • Reconocimiento de espacios para transformar la narrativa sobre el entorno cercano.