El patio del cole es uno de los espacios donde pasamos más tiempo en nuestra vida. Es el lugar donde jugamos, nos relacionamos, nos caemos, nos enfadamos… Y muchas de estas acciones las realizamos por primera vez en ese patio del colegio que perdura en nuestra memoria hasta las edades más añejas. Sin embargo, no ha sido hasta hace pocos años cuando los especialistas en educación han comenzado a darle su justa importancia. En este artículo te vamos a dar 5 ideas que pueden transformar los patios del recreo en aulas transformadoras.

El patio de mi cole: importancia colectiva

Todos hemos vivido una educación primaria marcada por la idea de que el patio era donde nos lanzábamos a jugar sin orden y con desconcierto. Un fugaz sabor de libertad entre clases magistrales. Pero el patio debe ser mucho más que eso. Estos patios pueden ayudar a que nuestros proyectos educativos sean atractivos para los alumnos. Y aprovechan, por supuesto, los beneficios que un patio de colegio ofrece, como es la disposición de juegos intuitivos y el rol activo del estudiante.

Esas características del patio del cole son el origen de una reflexión: ¿por qué no es el propio alumnado el que transforma el patio de su cole como desee? Este proyecto educativo es transversal y puede servir como bisagra entre los diferentes departamentos. Además, los alumnos pueden trabajar en grupos de diversas edades y derribar las paredes transparentes que existen en un centro educativo. El resultado será el que ellos quieran pero pueden elegir entre juegos pintados en el suelo, laberintos hechos con neumáticos o construcciones de madera. Cada elemento será el punto final de un proyecto planificado y con unos fines determinados, que deben ser guiados por los docentes.

Las asambleas en el patio del cole

¿Cómo crees que les sentará a tus estudiantes que hagáis unas reuniones cortas a primera hora de la mañana para hablar de ellos? ¿O de la agenda preparada para ese día? Es una estrategia ideal para que las clases fluyan y se transmita la idea de que ellos poseen un rol activo en la construcción de sus días. Y sí, es difícil marcar el orden de palabra y algún murmullo se escapará… Pero ellos serán los protagonistas de su inicio de día.

Eso sí, es muy positivo si esta pequeña asamblea se realiza en un lugar diferente al aula. De esa forma, los estudiantes refrescan las ideas, no se sienten encorsetados y se comunican mejor. Y para los docentes también es mejor salir del aula por un rato. Por eso, el patio también puede ser un espacio para estas asambleas. Una estrategia puede ser la construcción de uno de esos espacios. Depende de las posibilidades que tengas, pero es bueno utilizar la naturaleza para crear este pequeño rincón. Fijaos en esta propuesta que utiliza la paja para construir pequeñas cabañas.

El patio del cole: un mapa donde encontrar un tesoro

El patio del cole puede ser un lugar para explorar durante días, semanas y meses. Porque el colegio cambia con el tiempo al ritmo del crecimiento de los alumnos. El conocimiento acumulado durante meses en una asignatura puede ir abriendo puertas que nos acerquen a un tesoro. Imagina que el patio del cole es un enorme mapa en el que se van sucediendo desafíos para el alumnado. Esos desafíos pueden mantenerse en los sucesivos trimestres hasta un tesoro final. Para llegar a esa recompensa es imprescindible usar el contenido de las clases que se va acumulando cada día. Ya tienes un proyecto educativo muy exigente y atractivo.

No obstante, el patio del cole debe ser transformado para lograr llegar a esa recompensa final. En ocasiones, el alumnado será el que se encuentre la novedad. Otras veces serán los propios alumnos los que deban transformar su entorno. Esta metodología ayuda al alumnado a identificar el patio como algo propio. Además, reconoce la importancia del conocimiento de las clases para su vida cotidiana.

Un aula más

Estas tres ideas que os hemos contado se conectan con una superior: el patio del cole debe funcionar como una clase. No existe causa por la que el aprendizaje deba suspenderse durante la media hora del recreo. Y tampoco existe una causa por la que las clases deban recluirse en el interior de los centros educativos. Los patios también pueden ser parte de nuestros proyectos educativos.