Conocer el comportamiento del aprendizaje debe ser el inicio del diseño de un proyecto educativo. Si no lo hacemos corremos el riesgo de que nuestro planteamiento se distancie del alumnado. Para lograr esa vinculación es necesario partir de una base teórica. En ese sentido, el sistema educativo es una enorme estructura que se basa en teorías de aprendizaje. Y en las últimas décadas el neuroaprendizaje ha avanzado posiciones hasta convertirse en una especie de tótem del que todo el mundo habla pero del que poco se conoce. Vamos a intentar aterrizar este concepto a través de ejemplos reales con el fin de influir en el diseño de proyectos educativos basados en el neuroaprendizaje.

Cómo aprende nuestro cerebro: del pensamiento intuitivo al reflexivo

El profesor de la universidad de Corolado del Norte, Paul Klaczynski realizó un experimento con alumnos de entre 13 y 16 años. El objetivo era mostrar los dos tipos principales de pensamiento existentes: el intuitivo y el reflexivo. Describió a una persona imaginaria como joven, atractiva, fuerte y no fumadora. También le situó preocupada por su imagen y como aspirante a una beca para la universidad. Mostró a continuación varias aseveraciones sobre esa persona y colocó al lado un rango de puntuación que iba del 1 al 6. Una de las frases era que esta persona tenía novia y hacía deporte. También incluía las dos oraciones de forma individual, sin estar combinadas.

El 71% de los adolescentes incurrió en el error de puntuar como más probable oraciones conjuntas. Algo que es ilógico y que se basa en un pensamiento intuitivo y no reflexivo. A medida que aumentaba la edad de los sujetos de estudio el pensamiento se hacía más reflexivo. Klaczynski lograba condensar en un experimento una realidad del alumnado. El pensamiento intuitivo es más precoz que el reflexivo. Esta es una de las características que los proyectos educativos basados en el neuroaprendizaje deben tener en cuenta.

Proyectos educativos de neuroaprendizaje: ¿qué son?

El neuroaprendizaje surge del conocimiento del cerebro humano. Se ha demostrado científicamente que las emociones constituyen un vehículo muy eficaz para transportar ese conocimiento. Un vehículo que es útil en las dos formas de pensamiento que poseemos. Tanto si nos centramos en la intuición como en la reflexión podemos trabajar con emociones. Y ese debe ser el objetivo de cualquier proyecto educativo basado en el neuroaprendizaje.

Sin embargo, las emociones no deben circunscribirse en la transmisión de ese conocimiento. También deben incluirse en los docentes y el resto de la comunidad educativa. Algunos de los proyectos educativos que hemos diseñado en Heúreka son ejemplo de ello. La experiencia, la sorpresa y el impacto visual son formas concretas de influir en el aprendizaje del alumnado. Vamos a ver algunos de esos proyectos educativos que se asientan en el neuroaprendizaje.

Neuroaprendizaje para luchar contra el acoso escolar

El acoso escolar se ha convertido en uno de los asuntos transversales de las escuelas. Afecta a toda la comunidad educativa, una premisa que debe ser el origen de cualquier proyecto educativo que trate de mitigarlo. Kiva es un programa impulsado por la universidad de la ciudad finlandesa de Turku que contiene muchas acciones transformadoras. Una de ellas es el uso de tecnologías como simulaciones o juegos digitales que buscan intercambiar el rol de estudiantes, docentes y tutores. Los alumnos trabajan la empatía a través de las emociones generadas por una experiencia real.

Una obra de teatro creada por todo el centro escolar

La interpretación teatral es una de las técnicas de aprendizaje transversales más completas que existen. El colegio público Trescaire, en la localidad de Castellón de la Plana llevó a cabo un proyecto educativo que busca el neuroaprendizaje a través de la creación artística. El elemento innovador es que los responsables de la obra son los alumnos de todos los cursos de primaria. Los docentes organizan al inicio del curso las tareas. Entre ellas está la interpretación, redacción del libreto, maquillaje, decorado… Estas actividades abarcan los objetivos de muy diversas asignaturas. La experiencia de la creación favorece el aprendizaje del alumnado.

Pero hay muchas ideas que pueden servir para inspirarnos. El proyecto ¿Quieres ser mi amigo? del IES Manuel Tárraga de Murcia respondió a la petición de un padre que solicitaba el diseño de cajas que disimularan la medicación en los casos de leucemia. El alumnado comenzó a trabajar en la fabricación de esas cajas y aprendió sobre la enfermedad tras adquirir y programar dos impresoras 3D.

Un último proyecto que vinculó al alumnado del IES José Frugoni de Las Palmas de Gran Canaria con el espacio sideral es Una ventana al universo. A través de este proyecto educativo basado en el neuroaprendizaje los estudiantes colaboran en la identificación de cuerpos espaciales como asteroides. La dinámica se enmarca en el aprendizaje de materias STEAM, del que realizaremos una entrada en el futuro.

Neuroaprendizaje: un impulso para tus proyectos educativos

Estos cuatro ejemplos son una muestra de proyectos educativos que utilizan la experiencia como base del aprendizaje. En esta página puedes encontrar otros los proyectos educativos premiados este año con los que inspirarte. A pesar de la falta de recursos o tiempo siempre pueden introducirse elementos que fomenten el neuroaprendizaje en el alumnado.